miércoles, 2 de enero de 2013

Luna de mis noches.


Creí que sabías,lo que significabas para mi
cuando ni me conocía a mi mismo,
no vi los factores escondidos
dentro de mi propio vacío.

Ni siquiera logré rondar la cortina
de tu duro exterior,
la grieta se convirtió en un abismo
que se yergue entre los dos.

Escucha correr el aire entre los árboles,amor mío,
mientras te recuestas en el mismo lugar,
observa el correr del agua en mi frío otoño,amada,
antes de que cierre las puertas de mi interior.

Fuiste la luna de mis noches

Los secretos que he revelado
ahora se esconden entre el hielo,
y las palabras que te he dicho
en el amanecer se han ido...

Las cuerdas que algún día conectaban
partes separadas dejan detrás,
leídas son las rimas de la historia
de un poeta sin final.

Escucha la voz del viento entre las ramas,amor mío,
antes de al fin la puerta al fin cerrar,
te percatas de mi existencia,
y sabes que de mis noche eres la luna a alcanzar.

Fuiste la luna de mis noches...
Eres la luna de mis noches.


jueves, 20 de diciembre de 2012

Delirio (Parte 1)


Tornó la mirada a la oscuridad pero no vio nada…

Siempre fue considerado un aislado, un fenómeno, un maníaco pero solo él y su mente “ maníaca” sabían lo que llevaba a cuestas. Siempre se sentía seguido y el que la gente a su paso volteara a verlo de manera tan escrutinadora no ayudaba a alejar la intranquilidad que su delirio de persecución le daba, le gustaba la soledad y era sentirse totalmente aislado lo que su corazón más deseaba, y los paseos nocturnos era lo más cercano a sentirse solo.

-¡Oye!, fenómeno…-

Era el eco que menos deseaba que se filtrara entre las percusiones de Mike Portnoy en sus audífonos, la parsimonia que había logrado se vio hecha añicos que difícilmente se volverían a unir esa noche. Sin duda era él, Miller.

Era el clásico chico cool a quien todos conocían por sus excesos y que las chicas perseguían por montones, aquel que todos los jóvenes de Arborg, incluso en toda la municipalidad de Bifrost veían como un ejemplo de lo genial que se podía ser, y que, todo lo contrario al estereotipo definido para los tipos como él, era exageradamente listo, era una verdadera lástima que esa inteligencia y perspicacia se volcara en humillar y desvirtuar a los proscritos y aquellos que no le agradaban. La original antítesis de él sin duda era el taciturno Derek Cruz, al menos así los veían.

-¿Qué escuchas, maldito fenómeno?, podría apostar mis últimas cervezas a que es una sinfonía infernal para ponerte a tono antes de llegar al cementerio y practicar la necrofilia, pero espera, no he oído campanas mortuorias recientemente, ¿te gustan tiesas verdad?- acto seguido bebió de una late de Labatt Blue profiriendo un gemido de satisfacción.

-Vete a la mierda Miller- replico Derek haciendo una seña obscena antes de seguir caminando, ésta noche no podría nada ni nadie perturbar de más la “paz” que tanto le había costado obtener, ni siquiera la peste a alcohol que venía de tan asqueroso ser.

-Vamos, Derek, deja ya de ser una espina en el trasero de todos y rompe tu jodido cascarón, mira, toma una cerveza, vamos por unas chicas…

-¡Deja de estar chingando!, te he dicho mil y una veces que no te acompañaría a ningún lado a excepción de tu cortejo fúnebre- interrumpió Derek – Es la misma chingadera cada fin de semana contigo, mira, ¿por qué no tomas tu alcohol y tus propuestas y te las llevas a otro lado?...

-¡Vamos, hermano!, digo, sabes lo que se rumora, ¿no?, que mi padre se tiró al adefesio de tu…

-¡Cierra la puta boca!, te juro que si terminas esa frase rebanaré tu garganta y te veré desangrar mientras me fumo un cigarro, si tu y yo nos parecemos es por algún tipo de maldición o una broma sádica de esta mierdera vida, y aunque en verdad fuéramos hermanos, te lo he dicho antes y si no, te lo repito, la sangre no es un lazo suficiente para estar emparentado con una vasca como tú, y en vez de acercarme a ti preferiría meterme un tiro en la cabeza, grábatelo de una vez, pendejo, ni tu ni tu pandilla me intimidan o me dan sentimiento de pertenencia ¿ok?-

La pandilla de Miller, el clásico conjunto de amigos borrachos y adictos que se dedican a fastidiar a la gente, y, aunque no se les había probado nunca algún ilícito era bien sabido que eran responsables de crímenes tan ruines como los de las grandes ciudades como Thompson,la ciudad más violenta de todo Manitoba, y de alguna manera, su pasatiempo favorito, después del hedonismo, era fastidiar a Derek.

Algunos creen que era por el hecho de tener ascendencia latina, pero otros creían que era por el supuesto parentesco que tenían: se rumoraba que ambos eran hijos de Benedikt Miller, un ex militar que gustaba de la bebida, las riñas y los burdeles, un tipo tan desubicado que se le inculpaba por violar a varias mujeres en sus juergas, la señora Cruz era una de ellas. Benedikt Miller desapareció un día sin dejar rastro, la teoría más aceptada era que encontró su muerte entre los árboles a las afueras de Arborg,cerca del lago Winnipeg, al parecer nunca se sabría.

El hecho podría haber pasado inadvertido, pero ambos chicos compartían características muy marcadas, como que ambos eran altos y espigados, con la piel clara como rayo de luna, inteligentes y con un marcado desdén por las reglas sociales, lo único que los diferenciaba era el color de sus cabelleras, Derek con un cabello largo, lacio y negro como el carbón, Miller tenía la cabellera rubia con corte de sardo. A pesar de todo esto había algo que marcaba una pista clarísima: ambos tenían un ojo azul y otro negro.

La heterocromía es en sí misma, una condición muy rara, y era muchísimo más raro encontrarla en el mismo poblado en chicos de una edad similar, a Varg Miller, mejor conocido como Miller, le apenaba este hecho, y ocultaba siempre su mirada detrás de unas gafas oscuras él “jamás iba a ser un jodido fenómeno”, a Derek simplemente le valía un comino.

-Mira, Derek, yo solo intento hacer mi obra de caridad, ¿de acuerdo?, soy un buen cristiano y quiero ver a todo mundo en paz- intervino Miller con una voz digna de una concursante de miss universo con un marcado dejo de sarcasmo- es deprimente que la gente te vea como algo que cagó un perro, pero sabes estoy harto, de ti y de tu mierda, pinche raro…- solo eso rompió el silencio incómodo, acto seguido Miller se alejó en medio de vociferaciones y tirando la lata vacía de la cerveza que estaba tomando, en la distancia solo se escucho la despedida: -¡Cuídate muy bien Derek, los chicos y yo sabemos que nadie en este pueblo te va a extrañar!-

El delirio de persecución solo se avivó un instante en Derek al reiniciar su camino, la noche era joven y el bosque lo ayudaría a esconderse de quien quiera que lo persiguiera y le daría la paz que tanto añoraba, no notó la mirada indiscreta que brotaba de la ventana de los Parsons...

El día inició normal, la ausencia de la señora Cruz era tan cotidiana como el cigarrillo matinal y el café negro que sacaba del sopor a Derek, tras darse una ducha y enfundarse en la vieja playera de Pink Floyd y los jeans gastados del día anterior se hizo a la calle, estar en casa era deprimente, a lo lejos se escuchaban las campanadas matinales de la iglesia, pero en esta ocasión sonaban distinto, bueno al menos le parecía así a alguien que la Iglesia nunca fue su consuelo.

Al transitar por la calle principal se notaba un velo de intranquilidad y desconcierto, los sentido de Derek se agudizaron y su delirio se vio muchísimo más activo de lo normal, cada cinco segundos miraba a las esquinas y los rincones de Arborg, el peligro acechaba a cada paso y no iba a permitir que lo tomara entre sus garras sin que se pudiera defender, al dar la vuelta por la calle Maple sus instintos se vieron premiados al ser detenido por el oficial Sanders, un caballero grande enfundado en su uniforme que pareciera retener sus carnes solo por obra de un milagro y una gastada chaqueta de cuero que dejaba destacar la grasa de su cuello. No se sabe si es su naturaleza o por el esfuerzo de caminar, pero siempre tenía una coloración rojiza en la cara.

-Chico, precisamente a ti te estaba buscando- pronunció mientras tomaba del brazo de Derek con sus rollizas manos – ya te enteraste que tu hermanito fue encontrado muerto en las afueras, ¿verdad?,¿a dónde ibas? ¿algo qué decir?-


-No sé que es de lo que me este hablando, una: no es mi hermano; y dos: si lo han encontrado destripado o solamente ahogado de borracho es algo que no me afecta ni mucho menos me importa, además ¿por qué me busca a mi?, ese cabrón y yo no tenemos nada en común…no tengo nada que esconder y a donde voy no es cosa que le incumba-

-Mira, niño, te busco porque según fuentes confiables te vieron discutiendo con él mientras bebían, en la comisaría estamos ansiosos de saber los detalles de eso-

-Mire, con todo respeto, pero a mi no me joda, es más que conocido que ese idiota y yo no congeniábamos y que mucho menos bebería con él, además por más que lo odio no soy el responsable de su muerte, y a mí no me lleva a ningún puto lado, así que muévase-


-No te pases de listo y quieras abusar de mi buena fe, mexicanito de mierda, lo vamos a hacer por las buenas o por las malas, pero voy a ver tu trasero entre barrotes, así que andando- dijo llevándose la mano a la bandolera que contenía la nueve milímetros. Ante la amenaza Derek poco podía hacer, de mala gana camino a la patrulla y se subió en la parte de atrás, Miller estaba muerto, pero, algo que debía causarle algarabía le estaba causando alerta.

Rompiendo los remanentes de niebla, la patrulla emprendió su camino, Derek creía que sería llevado a la comisaría Municipal de Bifrost, pues se le inculpaba de un delito mayor, sin embargo, la patrulla se abrió camino hasta el centro del pueblo deteniéndose ante el edificio de la comisaría de Arborg. Descendió del vehículo con algo de dificultad el oficial Sanders, que tras dar un rodeo abrió la puerta al chico que hacía unos minutos había aprehendido y lo guió hacia la puerta principal, sin duda sería promovido por este arresto,nada podía salir mal.

Entrando al frío vestíbulo, una luz espectral cubrió la negra cabellera de Derek, no lo estaban conduciendo a las galeras, sino a una sala apartada al fondo. Tenía el presentimiento de a donde se dirigían, estaba a punto de ver lo que en muchas ocasiones su imaginación le daba a modo de deleite, el cadáver de Miller.

Era una sala oscura y templada, en medio de esta estaba una única camilla con un bulto encima cubierto con una sábana blanca, la peste a alcohol y lo que creía que era muerte inundaba el cuarto, era tan desagradable que se tenía que hacer acopio de todas sus fuerzas para no vomitar. Estando ya enfrente de la camilla, la emoción que sentía Derek no tenía descripción alguna, no sabía si estar contento de que su pesadilla al fin terminara o intranquilidad por la venganza que su pandilla sin lugar a duda estaría fraguando.

Antes que se pudiera preparar el chico de 24 años la sábana voló del cuerpo inerte de Miller dejando tras de sí una brisa fría; ahí estaba él, más pálido de lo de costumbre, con una expresión burlona en la cara y totalmente desnudo...la visión ensimismó a Derek, no fue la desnudez del cuerpo muerto de un sujeto que no tenía más de 24 de haber visto vivo o la marca de una puñalada sobre donde suponía estaba el corazón lo que llamó la atención del chico, sino los símbolos que tenía grabados en la piel, símbolos que nunca antes había visto ni en la literatura oscura que frecuentaba leer, ¿lo habrían privado de la vida en una especie de ritual?.

-Lo encontramos cerca del bosque donde todos sabemos das tus… paseítos, Dios sabrá la clase de barbaridades que haces ahí, ahora me vas a decir que significan esos símbolos y dónde mierda esta el corazón de este chico, sabía que eras un enfermo pero jamás supuse que estarías tan dañado de la sesera,pequeño pedazo de mierda-

-¡Yo no soy el culpable de esto! Odiaba a este cabrón, pero no tengo la suficiente saña como para...como para...hacerle esto...- Derek se quedó sin aliento y de a poco la sensación de alarma invadió su mente,quería salir corriendo de Arborg,de Manitoba...de Canadá si era posible...

-Veamos,chico...-interrumpió el oficial después de aclarar sonoramente su garganta-...noto miedo en tus ojos,así que,como los de la policía de Arborg somos más blandos que los del estado de Manitoba,te daré oportunidad de confesarme aquí antes que en el juzgado...y así podría interceder por ti en la corte para que no metan tu trasero por mucho tiempo en la cárcel,¿qué dices?-

-Con todo respeto,pero métase sus propuestas por donde le quepan...yo no hice nada y lo voy a demostrar,si cree que por ser joven me trago sus palabras,está más idiota de lo que parece,que la grasa de su abdomen no interfiera con su pensar,oficial,tal vez en lugar de devorar pasteles de carne,waffles y donas todo el día podría hacer su trabajo,a menos que el colesterol que tapa sus venas amenace con provocarle un infart...¿qué ca...-

Derek apenas pudo esquivar el enorme y rechoncho puño del oficial Sanders que se veía más rojo de lo usual,al parecer lo había logrado irritar con unas pocas palabras;el chico retrocedía a ciegas,el oficial totalmente fuera de si estaba desenfundando la nueve milímetros,un golpe de miedo perforaba al joven que apuntaba con la misma;con un dedo enorme quitó el seguro del arma y cortó el cartucho,puso el dedo en el gatillo,solo bastaba un pequeño esfuerzo para mandarle al otro mundo...

-¡¿Qué mierda sucede aquí,August?!- Una mujer no muy alta y morena entraba por la puerta de la morgue improvisada,la luz del pasillo que brillaba tras de ella le confería un aura de ángel guardián,al clavar Derek sus ojos en los de ella sintió un alivio como de quien recibe la noticia de que se ha curado su cáncer...o al menos pensaba que así se sentía.

-El chico se me ha puesto rebelde,Kat,yo...solo...eh..lo repel...lo repelía con el arma,gracias a Dios que has llegado...-seseó el oficial Sanders sudando por cada poro de su rollizo cuerpo,no sabía cuanto había visto u oído Kat.

Kat,o mejor dicho Katherine Mourard era una pasante de leyes que trabajaba en la comisaría local desde hacia unas cuantas semanas,había regresado de Winnipeg hacía medio año para ejercer en la gendarmería de la Policía Montada en Arborg,era muy perspicaz y obtuvo las notas más altas de su generación,nadie se explicaba qué hacía en la municipalidad de Bifrost cuando podía fácilmente entrar a la Corte Suprema de Canadá en Ottawa...

Kat miró incrédula la escena un segundo, la verdad era que August Sanders nunca fue de su agrado, era un tipo excesivamente grande para aun pertenecer a la Gendarmerie Royale du Canada,tenía la sospecha de que era corrupto y siempre tenía esa mirada lasciva cuando se dirigía a ella,solo buscaba un pretexto para orquestar su despido,tenía contactos muy bien afianzados en altos estratos del poder judicial.

-Oh, ¿enserio?-repuso la chica sarcásticamente desde la puerta del anfiteatro-ese chico debe ser toda una máquina de muerte o un completo tonto como para oponerse a un oficial de la policía que le lleva 5 veces su peso y que,además,está armado,lo que no entiendo,August,es el por qué éste...-quedó absorta en la mirada del chico-...joven no está en una celda o en la sala de interrogatorios,ocúpate de cubrir el cuerpo y de esperar al médico forense,ya lo llevo yo a donde debiera estar...-

-Déja el sarcasmo para otro día,niña, y no te fíes de este cabrón,ya has visto de lo que es capaz, y si no...te invito a ver la preciosidad que nos dejo en el bosque-

-He visto ya el cuerpo de Varg Miller,y este joven no es culpable de nada hasta que se le demuestre lo contrario,así que,haz lo que te pedí por favor,y todos tranquilos...amigo,ven conmigo....-

Derek sintió que el alma le volvía al cuerpo,sintió de pronto el peso de su propio cuerpo al desplazarse junto a su salvadora,al pasar junto al oficial Sanders pudo sentir la cólera que lo hacía hervir,cuando le vio a los ojos solo pudo lanzarle una mirada de odio,a lo que el joven cruz respondió con una mirada similar.

-Suerte,muchacho,la vas a necesitar...-terció a modo de despedida un más tranquilo August Sanders mientras se encendía un cigarrillo.

-Deja ya al pobrecillo,debe ser ser difícil estar aquí sin los insultos y amenazas...- finalizó Kat,conduciendo a Derek a través del pasillo.

Daban vuelta tras vuelta en los pasillos de la comisaría,como si recorrieran un enorme laberinto, sin embargo a cada paso Derek Cruz perdía miedo,era como si el aroma de la chica que lo acompañaba lo cautivara y le infundiera tranquilidad,es decir,le acababa de salvar el pellejo,si,pero había algo mas en ella que le inspiraba paz y un balance sin igual,incluso podía dejar a un lado su manía de persecución.

-Gracias por salvarme allá atrás...- dijo casi susurrando Derek para romper el gélido silencio que los acompañaba.

-No he hecho nada,solo llegar en el momento adecuado- dijo la chica sonriéndole al joven que iba a su lado y que le sacaba una cabeza de estatura- Katherine Mourard,pero puedes llamarme Kat...tu debes ser Derek Cruz,¿no es así? - pronunció tendiéndole una mano y sonriendo con vehemencia.

-Si,e...e...ese so...y yo,p...pero juro que no he hecho nada...yo... - tartamudeó Derek al regresar el saludo con la mano,la textura de su piel cálida le causaba algo extraño,una tibieza en el pecho...

-Tranquilo,guapo- dijo Kat guiñando un ojo - de eso nos encargamos,tu por el momento solo concéntrate en contactar a algún familiar para que sepan que estás aquí, y si no puedes conseguir un abogado yo misma te represento...si no has hecho nada para la tarde estarás invitando a las chicas a por un helado...

-Gra...gracias,jeje, la verdad es que no suelo invitar a nadie a ningún lugar,soy mas bien un solitario,pero... -se ruborizó el chico,aclaro su garganta y prosiguió - bueno lo que quiero decir es que...solo vivo con mi madre, y a esta hora debe estar en la iglesia del pueblo,no lleva móvil...-

-Me encargaré de que le avisen,¿cómo se llama tu madre?-

-Guadalupe Cruz-

-Perfecto...llegamos- señaló una celda y la abrió- tendrás que esperar aquí,puedes fumar si gustas,y si todo sale bien,por la tarde podrás invitarme un café- encerró al chico en la celda, dio media vuelta y se marchó sin darle la oportunidad de responder algo.lejos de la vista de Derek, Katherine Mourard sonrió como una niña.

¿Esa chica acaba de invitarme a salir?,era lo único que pensaba Derek recostado en la litera inferior de la celda fría en que Kat lo había dejado,tras encender un cigarrillo se quedo perplejo mirando el techo,nunca nadie lo había invitado a salir,es decir,nunca nadie le había dirigido la palabra o una...¿qué carajo estaba pensando?...estaba inculpado del homicidio de Varg Miller,y el estaba perdiendo el tiempo en pensar como esa chica le había sonreído,no era que pudiera hacer mucho en el estado que se encontraba,pero la brutalidad en que fue masacrado...

Lo sacaron de su pensamientos sonidos de pisadas que se aproximaban,se incorporó en la litera y espero a que se posaran frente a su celda,sin duda habían ya avisado a su madre y le venía con la perorata eclesiástica de siempre...y así era,en menos de diez segundos la señora Guadalupe Cruz estaba frente a la celda de su único hijo.Su cara redonda y morena con gestos finos estaba surcada por lágrimas,de una estatura no muy prominente y buen físico llegó enfundada en un vestido de terciopelo negro largo y holgado,remataban sus manos una Biblia y un rosario negro que fuera de su abuela...su más grande tesoro.

-Derek,mi Derek,¿en qué te has metido?,venía saliendo de la misa matinal y me abordan dos policías para decirme que te tienen aquí inculpado de...-las lágrimas interrumpieron el curso de la frase,era obvio que para alguien como la señora Cruz un homicidio era lo peor que se pudiera hacer en ésta vida.

-Madre,para de llorar por favor,yo no he hecho nada...-

-Yo lo se,hijo,pero estos señores se ven convencidos de tu culpabilidad,me han dicho que si confiesas serán más indulgentes y que...-

-¡Que yo no he hecho nada!-interrumpió Derek dando una patada a los barrotes- por mas que odio a ese hijo de puta no podía haberlo matado,su sola presencia me daba repulsión ¿cómo pretenden que le sacara el corazón? y no se que significan esos símbolos raros en su piel...hasta en la pinche muerte me jodes la vida cabrón...-

-Ése lenguaje hijo,sabes que no tolero que hables as...-

-Tu no toleras nada de mi madre,nada,y muy dentro de ti,se que piensas que soy capaz de abrir un tipo en canal y sacarle las vísceras por el puro gusto,ve a rezar,ma,tal vez tu Dios me saque de aquí,y aunque no lo haga,nunca sabrás nada de mi o nos veremos las caras seguido,gracias por venir...- dijo con calma el chico dentro de la celda,acto seguido regreso a la litera y se acostó en la cama inferior,dándole la espalda a los barrotes,y a su madre que no dijo nada más y tras persignar a su hijo en la distancia,se fue envuelta en lágrimas.

Pasaron dos horas desde la visita de la señora Cruz,cuando entró un hombre barbado al pasillo de las celdas y se paró frente a la única ocupada.

-Hola,hijo...-


jueves, 13 de diciembre de 2012

Emancipación

Con el cielo abierto,
la cima de la montaña
recibe con brazos extendidos
a mi hambrienta voz.

Aún en los ecos
de la mas amarga indulgencia
escucho un llamado,
un llamado que me incita a la demencia.

Llantos enmudecidos
que brotan desde mi soledad
profunda sensación del alma
que ha sido emancipada.

Dibujo círculos en la tierra
líneas sagradas
que sirven de fronteras
a mi desolado templo.

Sangre es derramada...
las espinas crecen
y enmarcan
el camino para ser libre.

Eterno...
Agonizante y raptado.
Efímero...
Sublime y amado.

Fui llamado,
a rastras traído a la vida de nuevo,
sin embargo hoy me sublevo,
y dejo de ser solo un juego.

Desvelos.

Soy una persona que sufre de insomnio,muchas veces tiene causas desconocidas incluso para un servidor,pero,en la mayoría de las noches que no concilio mas que unos cuantos minutos de tan preciado descanso,es causado por pesadillas recurrentes que agitan mi pensar y no me dejan segundo alguno de descanso.

Es por esto que,dejando la desidia y en pos de estabilizar mi turbulenta mente,vengo a dejar algunas de las líneas que escribo para alejar a mis demonios internos aunque sea en el tiempo que tarde en depurar las palabras que ahogan mi garganta y quieren ser escuchadas...o leídas.

Así es como me presento mis estimados lectores,me llamo Viktor Leal, aficionado de un buen café negro y un cigarro a la luz de la luna,noten que esto no es la causa de mis desvelos,pues aunque sea por un día (tortuoso día diría yo) he intentado dormir tras no beber una sola taza de café,resultando en la peor noche que he tenido hasta ahora.

Con olor a tabaco y café les extiendo mis pensamientos e ideas,quiero por este mismo medio dedicar el blog a todos aquellos que confían en mi, y que con sus acciones,dolorosas o revitalizantes,han hecho de mi un ser un poco más fuerte y menos testarudo y cobarde; también ofrezco el presente a los que desde un rincón en su paraíso personal me observan y cuidan,esto es para todos ustedes...espero les agrade...